Lanzamiento feliz
Todo empezó el año pasado charlando con Pato de @despierta.corazon (amiga hermosa que me regaló @elcaminodelartistaargentina).
"¿Y si hacemos una remera con tu letra manuscrita?", me dijo. Y enseguida la imaginé llena de palabras. Y me puse a escribir.
Un día a la vez
"Un día a la vez" dice un cuadro que tengo colgado en la entrada de casa. Lo puse en la pandemia, cuando no podía pensar mucho más allá de lo que haría a la tarde. Y menos, en 15 días (¿se acuerdan?).
"Un día a la vez", me repetí todo abril con los pintores en casa. Al punto de dejarlo escrito en el polvo que quedó una noche en las tapas de las ollas. Qué mes por Dios. Cancelé casi todo (porqueestamospintando), aprendí de paciencia/soltar/fluir/confiar y habitar el caos como nunca. Unos maestros los pintores 🙃
¿Alegría dónde estás?
Cuando en febrero nos juntamos para una reunión de sumario en @revistasophia, y salió la posibilidad de trabajar en abril con la “alegría”, pasó algo extraño. “¿Alegría?” se escuchó. “¿Alegría en este contexto de la Argentina?”. “¿Cómo le vamos a hablar de alegría a quien no le alcanza el sueldo, perdió a un ser querido en un hecho de inseguridad, o tiene que cerrar su negocio porque ya no lo puede sostener?”.
“¿Alegría, dónde estás?”, dijimos casi al unísono. Porque cuando escuchamos las noticias, se hace muy difícil salir a la vida con la sonrisa y las ganas bien puestas. Pero al mismo tiempo nos preguntamos: ¿Cómo podemos crearnos una realidad propia más amable (y alegre)?
Pedacitos de alegría
"Que no es una condición estar alegre para ser feliz. La felicidad es una plataforma emocional sobre la cual se apoya toda nuestra vida. Es un estado del alma, una actitud frente a la vida. Que hoy estamos viviendo en modo supervivencia. Entonces tenemos una alarma encendida constantemente. Corremos de aquí para allá. Estamos con miedo: a que nos roben, a que nuestros hijos se atraganten, a que nos hagan daño, a llegar tarde y que nos despidan. Y cuando vivimos así, nos estresamos. Pero pase lo que pase, no podemos quedarnos ahí para siempre. Que la confianza en nosotros mismos es determinante. Que a veces nos anclamos en las preocupaciones y los dolores del pasado. Y así no tenemos espacio para crear algo nuevo. Que una de las características más importantes en la que debemos educarnos es 'la selectividad'. Ser más selectivos frente a los estímulos que se nos presentan como opción. Preguntarnos: ¿Esto me sirve? ¿Me ayuda? ¿O me genera estrés? Y desde ahí elegir. Que no debemos poner la alegría como meta, sino el sentirnos bien, la calma del alma, la fe, el autocuidado. Que cuando comenzamos a hacernos conscientes de lo que estamos pensando, y elegimos cambiar nuestra mente, independientemente de las circunstancias que atravesamos, podemos estar más en paz con lo que es. Que podemos ser felices y estar tristes. Por eso, cuando tenemos un dolor, es importante tomarnos nuestro tiempo. Y luego, cuando sea nuestro momento, seguir. O mejor dicho, volver a empezar. Que los estudios de neurociencia indican que al sonreír, los músculos que se mueven llegan al cerebro como un mensaje que indica que todo está bien. Entonces hay algo que cambia. Es muy lindo. Podemos hacer la prueba" ❤️
Transformar(nos) + hacer
"Que hoy los cambios laborales pueden darse apenas nos recibimos (y nos damos cuenta de que ni remotamente es por ahí), o a los +60, cuando sentimos que podemos darnos 'el lujo' de pensarnos. Que a veces estos cambios son buscados (al cerrar el año haciendo un balance), o en cualquier momento de la vida (a través de sucesos que impulsan el cambio): separaciones, crisis, despidos, pérdida de un ser querido, mudanzas, una enfermedad. Que la premisa de 'la carrera para siempre' hoy se ve en mucha menor medida que antes. Que la elección de la carrera es un momento muy difícil para los adolescentes. Porque la búsqueda de saber 'quién soy' es súper vertebral ahí, y si a eso se le suma pensar en 'voy a ser' (una profesión), es mucho. Porque elegir es resignar todo lo que no se elige. Que es importante separar lo que se hace, de quiénes somos. Eso alivia. Tanto quién soy, como quién puedo ser, son cambiantes en el tiempo. Y lo que estudie, debería acompañar ese desarrollo personal: nutrirse y nutrirlo. Que ser flexibles nos ayuda, porque por más ordenados que seamos, la vida es impredecible y no tenemos nada atado (y la flexibilidad es el elemento que nos permite transformarnos). Que el devenir de la vida es algo más fuerte que nosotras. No sirve pelearse con el destino. Que transformar no es sinónimo de hacer. Las transformaciones son de adentro hacia afuera (después viene el hacer). Que hay capacidades que tenemos -y que por ahí dejamos de usar-, y pueden ser una gran habilidad. Que una transición laboral es más bien de las cuestiones lentas, de lo que hay que trabajar ordenadamente para que ese camino sea el mejor posible".
Tiempo sagrado
Sobre el valor de las cosas simples de cada día, y el cuidado del tiempo ❤️ A este libro hermoso me lo recomendó Luna Portnoi (❤️). Espero que algunas de sus ideas les gusten tanto como a mí. Se las comparto y me las recuerdo. Dice por ahí: