Un refugio entre páginas
1/Que cada libro tiene un sabor único, y que ese sabor se percibe distinto según quien lo lea.
2/Que hay personas a las que cuando algo las enoja, salen a dar un paseo para sentir el sol, y al regresar se sacuden toda negatividad de encima para empezar el día de nuevo.
3/Que todos tenemos recuerdos que queremos proteger.
4/Que tomar una decisión es declarar la voluntad de aceptar los riesgos que conlleva lo desconocido.
5/Que a veces a la pregunta "¿Hay algo que te gustaría hacer?" podemos responder "observar las estrellas".
6/Que cuando nos perdemos en el laberinto de la vida, los sueños pueden ser la voz que nos susurre el rumbo.
7/Que un taller de escritura de cartas es todo lo que necesitamos a veces (elegir el papel, la pluma, la estampilla, qué belleza).
8/Que nuestro "yo de viaje" puede tener mucho que decirle a nuestro "yo de todos los días".
9/Que no existen los momentos perfectos, vivimos en un estado de imperfección.
10/Que debemos pensar en lo que realmente deseamos, no en lo que los demás dicen que debemos hacer (la vida es más corta de lo que creemos).
11/Que nos parece natural que los dónuts tengan un agujero en el centro, pero resulta que los originales no lo tenían. Entonces...quizá no haya una sola regla para vivir una vida normal. Hay muchas maneras de trazar el camino de la vida. Ni siquiera el GPS asume que el camino más corto es siempre el mejor.
12/Que todos necesitamos una cueva donde escondernos de la mirada del mundo, aunque sólo sea por un tiempo.
13/Que un libro puede ser un analgésico.
14/Que los recuerdos son las fotos que nunca fueron reveladas.
15/Que a veces "es suficiente". ¿Qué más necesitamos?
♡
A estas ideas las saqué del libro "La cocina de los libros de Soyangri" (Sello Letras de Plata), hermoso. ¿De qué va la cosa? Una cafetería literaria se transforma en un espacio mágico para recomendar libros y servir platos que sean un mimo al alma. Se los recomiendo mucho ♡
Les dejo el post de IG con más info acá.
Encontrar la PAZ
Que a veces necesitamos que alguien nos diga "está bien, todo estará bien". Y que lo podamos firmar, y luego aprender lo que sea que nos toque. Pero la vida no es así. Nuestro control del mundo es limitado, temporal y a menudo ilusorio.
Que si cambiamos la forma en que experimentamos el mundo, éste cambia. Porque el mundo no es completamente independiente. Es una mezcla de lo que hay y de cómo lo experimentamos (no debemos subestimar el poder de la mente).
Que la vida es un misterio (y la muerte también). Y el asombro una gran fuente de motivación.
Que la naturaleza es sanadora para la mente y el cuerpo.
Que muchas veces tenemos un plan, y éste va cambiando constantemente (y podemos sentir que ya no sabemos a qué aferrarnos).
Que la práctica espiritual es como ponerle nafta al auto.
Que hay decisiones que son de último momento, porque la vida cambia (los altibajos son inevitables; la vida es una mezcla de alegrías y penas).
Que el gran desafío es soltar el control y confiar.
Que la serenidad se logra cuando podemos poner todo en una perspectiva más grande: "Si agregamos un puñado de sal en un vaso de agua no podremos beberlo. Si lo ponemos en una laguna, no notaremos la diferencia", dijo Matthieu Ricard. Entonces, intentemos cambiar la perspectiva.
Que si hoy estoy bien, es mi elección sufrir o disfrutar el día.
Que nadie sabe qué pasará mañana. Pero sí tenemos el HOY. Y el hoy es mejor si se vive en la naturaleza y junto a nuestros seres queridos.
Que la búsqueda debe ser vivir en PAZ ♡
Estas ideas son del documental hermoso “Encontrar la Paz”, que pueden ver en Prime Video (y leer más en @fromstresstohappiness).
El film relata el viaje de Ale Cordes (este post es un homenaje a ella ♥), en un momento muy difícil de su vida.
En busca de la verdadera paz, y guiada por el monje budista Matthieu Ricard, Ale recorre bellísimos paisajes de Islandia, aprendiendo lecciones sobre la resiliencia y la atención plena. Y nos deja grandes enseñanzas. Ojalá les guste tanto como a mí.
Gracias @degrazia___alejandro 🙏
Pueden ver el post de IG acá.
Nuevo taller: Ritual de Otoño
Querido diario
Grande. De bolsillo. Con brillos. Escondido en el fondo del cajón. Con miedo a que algún hermano lo leyera. Compañero incondicional. Lleno de stickers de Snoopy, Kitty o Sarah Kay. Escrito con lapiceras perfumadas. Decorado con algún collage. Guardián de las más grandes confesiones de la infancia. Cerrado con candado, siempre.
El diario íntimo fue un gran refugio en la niñez. Espacio de catarsis, albergue de secretos y confidente cotidiano de nuestro —tantas veces contradictorio— mundo emocional. Y si bien parecía haber quedado olvidado en algún escritorio del pasado, hoy está cobrando nuevamente protagonismo, en el mundo adulto ♡
Se trata de darle lugar a la escritura cotidiana, libre, personal e intuitiva. La escritura que no está bien ni mal. Que no vamos a publicar en ninguna revista, libro, ni red social. Que es necesaria sólo para nosotras. Que nos ayuda a tomar conciencia de lo que pasa desapercibido en medio de nuestras vidas frenéticas. Una escritura que no se puede hacer en 2x. Que no sabe de copy-paste. Que requiere tiempo. Que nos pide estar ahí y nos invita a tomarnos una pausa: para revisar el pasado, pensar el presente y crear el futuro ✏️
Hice nota sobre el tema para revista Sophia acá. Y en carrusel de IG, les dejo algunos textuales de las entrevistadas ♥ Las espero allá.
Stresslaxing: la paradoja de estresarse para vivir más relajados
En un mundo cargado de agendas ocupadísimas y falta de tiempo, vivir estresadas se convirtió en la norma. Así es como cada día surgen (o se potencian) nuevas técnicas para vivir mejor: mindfulness, yoga, meditación, reiki, y tantas más. Pero ¿qué pasa cuando esos mismos recursos que deberían aliviarnos, se transforman en otra fuente de agotamiento ? (porque sentimos la presión de hacerlas "bien", o de incorporarlas a todas sin ni siquiera pensar si se ajustan a nuestras necesidades o estilo de vida).
La paradoja del mundo moderno: practicamos herramientas para relajarnos, pero terminamos más estresadas aún 🫠 Entonces, se abren algunas preguntas: ¿Cómo encontrar un equilibrio entre productividad y descanso? ¿Cómo elegir sólo aquellas actividades que resuenan con nosotros? ¿Cómo dejar de querer abarcar todo lo que el mundo nos ofrece? ¿Qué pasa si en lugar de seguir buscando afuera, vamos más para adentro?
Toda esta movida tiene hoy un nombre: stresslaxing (traducido al español, sería algo así como el estrés que genera tener que relajarse). Hice nota sobre el tema para revista Sophia. Pueden leerla clickeando acá.
Y en el post de IG fotos en carrusel con algunos de los textuales de las entrevistadas/os ☺
Feliz cumple al cielo
Hoy mi abuelo Ángel, que falleció hace tres semanas, cumpliría 99 años. Y para recordarlo, me trasladé a marzo de 2000 ♡
Nos habíamos sentado en la planta baja del Shopping Abasto, enfrente a una casa de electrodomésticos. Yo necesitaba una heladera para mi nuevo departamento de estudiante, y él —una vez más— ayudarme en otra etapa de mi vida.
Tenía $45 en la cartera. Me alcanzaba para una muy linda pero chiquita, bajo mesada. Ya la habíamos visto. Pero había otra de $95, más alta y pituca, con congelador.
Cuando estuve por concretar la primera me dijo: "Pachi, esperá. Pensemos afuera". Y nos sentamos.
Me contó que tenía una idea. Que él me prestaba $50 más, y yo se los devolvía en 10 cuotas de $5. El trato incluía llevarle la plata cada mes, y quedarme con él y Mamina a comer unas empanadas ese día.
Trato hecho. Cerramos. Lo miré y nos abrazamos con ese amor inmenso con el que lo hacíamos siempre.
De más está decir que fui religiosamente a llevar mis $5, y a comer las empanadas. Iba más veces. A tomar mate. A charlar con Mamina. A contarles de mis exámenes. A dormir. Pero un día, era "el día de saldar la deuda". El día en el que él agarraba ese "Excel" que había hecho en un papel, y tildaba una cuota más paga. Y así la heladera iba siendo mía.
Años más tarde, cada vez que yo contaba esta historia, me pedía que aclarara que no lo había hecho por "viejo amarrete". Sino que su intención era que yo aprendiera de responsabilidad y compromiso (y también para que tuviéramos una cena los tres cada mes ☺).
Mi abuelo en el fondo sabía que responsabilidad me sobraba. Que el compromiso con una deuda era algo inquebrantable para mí. Que no necesitaba deberle $5 para ir a visitarlos. Y que a las empanadas las iba a ir a comer igual. Morosa o no 🙃
Mi abuelo sabía que los dos lo sabíamos. Pero de todas formas quiso dejarme esta historia. Él buscó que nos sentemos esa tarde en el Abasto. Que hagamos "como si". Que yo me sintiera apoyada, acompañada, guiada, paternada. Que yo fuera nieta, e hija por un rato.
Mi abuelo eligió regalarme un recuerdo más en medio de tantos. Y vaya si lo logró.
Feliz cumple abuelo Ángel, donde sea que estés 🤍
(Gracias por todos los mensajes de amor que me dejaron en este post)