Hay navidades y ¡Ay Navidades!
Hay Navidades abriendo mesas extensibles...y otras de a dos, comiendo unas garrapiñadas en el sillón. Navidades con niños gritando por Papá Noel, y otras "haciéndose los que" para conservar la magia. Navidades con mascotas aterradas frente a tanto ruido, y -al fin- muchas con conciencia animal. Navidades con arbolitos repletos de regalos, o con presencias que ya son todo. Navidades con charlas de política y economía que copan la mesa, y aquellas en donde son justamente los temas tachados de "las normas de buena convivencia en la Navidad". Navidades con más luces que maní con chocolate. Y algunas tan solo con "lo puesto". Navidades a pura música, o haciendo una meditación. Navidades cargadas de palabras que son deseos. Navidades haciendo cartas en nombre de Papá Noel (con la mano izquierda para que no se note). Y otras en donde son nuestros propios hijos los que nos acompañan a buscar regalitos (y esta noche nos olvidamos de todo y creemos 🎅).
Lista de cosas para no hacer
“Yo planteo siempre una idea menos difundida, pero más útil: las 'not to do list' (listas de cosas para no hacer)", dice @s.bilinkis en su libro "Guía para sobrevivir al presente". Y explica que la mayoría vivimos desbordados (más en diciembre, agrego yo), no sólo porque tenemos mucho que hacer, sino porque no tenemos la disciplina de evitar hacer ciertas cosas a las que no deberíamos dedicar tiempo, dinero, ni esfuerzo.