Te regalo una 'coma'
Una coma en un texto, nos hace frenar, tomar aire, y seguir leyendo. Es una pausa, un silencio. No es un punto final. Y en la vida, una coma, puede ser el motivo que nos impulse a seguir.
El fin de semana ví la película "El vendedor de sueños" (está en Netflix), y esta idea de "regalar una coma" me hizo pensar un montón.
La
película habla de las tristezas del día a día. Aquellas que son muy
nuestras. De la muerte. De la forma en que buscamos matar el dolor (a
veces matándonos a nosotros mismos). De cómo si tenemos que esperar a
que "todo esté bien" para tener un poco de alegría, entonces somos
esclavos de nuestras circunstancias. De que no debemos tener miedo del
camino, sino de no caminar. De que el primero que se beneficia por el
perdón es aquel que perdona, no el perdonado. De que a veces no saber
nada, es un excelente punto de partida. Del costo del éxito empresarial.
Y de que el secreto del éxito, es conquistar aquello que el dinero no
puede comprar: lo simple, los instantes, las promesas cumplidas. También
de que no podemos huir toda la vida de nosotros mismos. De nuestra
mirada en el espejo. Porque ¿Quién no tiene sus locuras? De que nos
quedan reprimidos en el pecho, los besos, los abrazos, los diálogos
pendientes.
Entonces, no desperdiciemos lo esencial. Y
cuando necesitemos, compremos una coma. O aprovechemos las comas que a
veces nos pone la vida a la fuerza. No nos dejemos llevar por la inercia
de los días. Por la rapidez. Por lo que el afuera nos vende.
Respiremos. Pensemos. Frenemos. Porque una coma, puede ser el mejor
regalo para seguir escribiendo nuestra historia. O para recomenzar.
Lo escribo, lo pienso, lo digo, me lo digo 💫
Conectar con nuestro propósito
¿Sabían que "el cielo” puede ayudarnos mucho en el viaje del auto-conocimiento vocacional? En Astrología, la vocación está relacionada con la energía de Júpiter. Es el planeta "maestro o guía ", que -en la carta natal- revela nuestra capacidad de expandirnos, y nos dice adónde encontraremos nuestro profundo sentido de vida.
El tema me encanta y entrevisté a @las_cardinales para una nota en @ser_mas_positivo. Ellas armaron un recorrido por los 12 tonos de Júpiter (están en la nota), pero también algunas ideas que me resonaron mucho y quiero compartir:
Me dijeron que "somos" en movimiento, y la vocación no escapa a ese pulsar. Por eso, a veces, a mitad de la vida nos damos cuenta que nuestras ganas iban por otro lado y pegamos el "volantazo". Que en nuestros primeros años de vida vocacional, seguramente veamos reflejados algunos mandatos o profesiones heredadas. La invitación es a aceptar el cambio como posibilidad de crecimiento para forjar un contacto cada vez más verdadero con nuestro ser genuino. Que debemos descubrir esos talentos que nos fluyen con facilidad e ir encontrando eso que le da sentido a nuestra existencia. Que cada vez más, debemos conectar con nuestro ser espiritual, pensar nuestras creencias y ver cuán representados estamos allí. Reconocernos en las filosofías de vida que optamos, mirar nuestra potencia creativa y ponerla a prueba. Animarnos a hacer aquello que nos silenciamos, aquello que adorábamos de niños, aquello que nos censuramos en los “ventis” por seguir el deber ser. Llamémoslo pintar, escribir, tallar, actuar, cantar. ¿Podrá aquel viejo y dormido hobbie despertarme? ¿Podrá dejar de ser un pasatiempo eso que en verdad le da sentido a nuestra vida? Somos un pedazo de cielo en permanente evolución. Siempre hay otra oportunidad. Y cada vez que queramos podemos barajar y dar de nuevo, con toda la sabiduría de las jugadas anteriores y con todas las posibilidades que abren las nuevas partidas. No debemos nunca olvidar, que “el universo no nos quiere perfectos, nos quiere conscientes”.
Gracias chicas. Me encantó.
Animarnos a ser diferentes
Ideas para recordarle al niño que llevamos adentro (y que perdimos en nuestro viaje por la edad adulta).
...Que a veces una gran sensación de soledad puede apoderarse de nosotros. Y que es ahí, justamente, cuando debemos extender las alas y elevarnos al cielo para iniciar una nueva vida. Que por momentos, sería lindo poder vivir sin tantas normas. Que olvidamos que sólo trabajar para ganar dinero (o tener éxito) no tiene mucho sentido. Que cada tanto hace falta repensar lo que hacemos. Que nos pasamos la vida haciendo y decidiendo cosas, para "disfrutar" a futuro (y nos perdemos el presente). Que para realizarnos, primero tenemos que amarnos a nosotros mismos. Que hoy hay pocas personas cambiando y creciendo. Porque muchas están atascadas en moldes. Y sólo algunas se atreven a ser diferentes. Que arriegarnos a no ser lo que se espera de nosotros es la verdadera libertad.
Que a veces perdemos tanto tiempo intentando ser otros, que no nos damos cuenta que en nuestra diferencia está lo más hermoso. Que la vida es así, breve a veces. Que hay cosas pequeñas que pueden estar llenas de amor, y otras enormes, vacías. Que todos tenemos un "Yo Superior", el truco está en aprender a confiar en él. Que vivir no es hacer, es SER. Que estar despiertos es estar vivos. Y que la alegría, el miedo y la duda, forman parte de la vida. Que Dios obra de maneras misteriosas.
*"El búho que no podía ulular" es un libro divino (muy "vintage" por cierto) de #RobertFisher (el mismo autor de "El Caballero de la Armadura Oxidada") + #BethKelly. Lo leí hace mucho tiempo, y hoy volví a él. Agradecida por tenerlo subrayado, para sacar ideas así ☝️. Hay mucho de todo esto que quisiera poder transmitirle a mis hijos-niños, para que nunca olviden. Aún siendo adultos en apariencia.
Incertidumbre
Lo primero que me dijeron es que el contexto actual nos está mostrando la necesidad de una transformación personal muy grande, para pasar hacia un nuevo paradigma global. En ese momento sentí que ésto no se va a terminar "cuando termine la cuarentena". Es un cambio mucho más profundo: de estilo de vida, vincular, de rutinas, y de re-pensarnos mucho. Ellos también están convencidos de que en este escenario de pandemia, preguntas como “quién soy”, “cuál es mi propósito”, o “qué quiero”, casi que necesitan una respuesta urgente. Y para eso, hace falta coraje. Porque debemos "cuestionarnos/ preguntarnos" a nosotros mismos. Algo que no es fácil, ya que cargamos con creencias, programas mentales, y hasta "lealtades a la familia", que vamos construyendo a través de la vida.
Tu segunda vida empieza cuando te das cuenta de que solo tenés una
Qué lindo leer siempre con lápiz en mano, porque pasan estas cosas: rescato ideas, y vuelvo cada tanto, a lo que alguna vez me hizo bien. El libro hermoso es de Raphaelle Giordano (el título lo dice todo, ¿no?).