#MasApasionadas
30.6.17
Hace un tiempo me convocaron de VER para escribir en su blog Lookeate 🙌. La propuesta me encantó porque me identifico muchísimo con la marca, y más desde que trabajan con el concepto de vestir #MujeresApasionadas. Así que desde hoy, me sumaré al equipo con notas relacionadas a la creatividad, a la pasión como motor de nuestras vidas,
las ganas, los miedos, la búsqueda del propio deseo, y más. Mi deseo es que cada post sea una invitación a repensarnos como mujeres y ser
cada día #MasApasionadas
Más abajo, el primer post!
#MasApasionadas
Hay un escrito que está dando vueltas desde hace tiempo por el mundo virtual, y cada tanto resuena en mi cabeza. Es de un psicoanalista que –lejos de recetar antidepresivos-, recomienda a sus pacientes angustiados y deprimidos, buscarse un amante. Pero no en términos de “infidelidad”, sino un amante como sinónimo de tener un motivo de vida, algo que les apasione hacer, que ocupe sus pensamientos y los llene de ganas.
Siendo esta mi primera nota para Lookeate, en donde la idea es empezar a sumarle contenido al mensaje de #MujeresApasionadas que tiene la marca, me pareció un puntapié muy lindo, para hablar de las pasiones como motores de nuestra vida. Y para repetir eso que en el fondo sabemos, pero a veces olvidamos: no necesitamos encontrar “grandes cosas” para ser felices, simplemente hay que buscarle un sentido a nuestra existencia, un propósito.
Para algunas puede ser una actividad creativa como pintar, dibujar, hacer origami, crear letras, tejer, bordar. Otras lo encontrarán en un deporte o actividad física. Seguro haya quienes lo tengan en su pareja, en sus hijos, en su trabajo, en la música, la danza, la amistad, la naturaleza, el cine, o hasta en la decoración.
No importa dónde o en qué, la clave está en poder darnos el tiempo y el lugar para “hurguetear” en el alma hasta dar con lo más propio, aquello que sentimos que combina perfectamente con quienes somos (así como debería ser también en la moda, ¿no?). Porque hacer (y ser) lo que amamos, trae salud mental y física. Y ni que hablar cuando podemos integrar placer-trabajo (una idea cada vez más instalada). Es que -creo yo-, lasatisfacción personal y laboral no deberían administrarse por separado. La clave está en empezar a integrarlas.
Hay un libro que se llama “Encuentra tu elemento” (de Ken Robinson), súper recomendable. Para el autor, “estar en nuestro elemento” consiste en poder desarrollar actividades con las que nos sintamos a gusto, y que resuenen en nuestro interior de una forma tan intensa, que nos hagan sentir plenamente identificados con nuestra vida. Tiene que ver con encontrar el punto en que nuestras aptitudes y pasiones coincidan.
Tal vez ésa hoy tenga que ser nuestra búsqueda. Y para transitarla hay que desandar caminos, desatar nudos, replantear creencias, repensarse y reinventarse, soltar, y permitirnos estar –por un rato aunque sea- en esa licuadora emocional que a veces es la vida.
Más abajo, el primer post!
#MasApasionadas
Hay un escrito que está dando vueltas desde hace tiempo por el mundo virtual, y cada tanto resuena en mi cabeza. Es de un psicoanalista que –lejos de recetar antidepresivos-, recomienda a sus pacientes angustiados y deprimidos, buscarse un amante. Pero no en términos de “infidelidad”, sino un amante como sinónimo de tener un motivo de vida, algo que les apasione hacer, que ocupe sus pensamientos y los llene de ganas.
Siendo esta mi primera nota para Lookeate, en donde la idea es empezar a sumarle contenido al mensaje de #MujeresApasionadas que tiene la marca, me pareció un puntapié muy lindo, para hablar de las pasiones como motores de nuestra vida. Y para repetir eso que en el fondo sabemos, pero a veces olvidamos: no necesitamos encontrar “grandes cosas” para ser felices, simplemente hay que buscarle un sentido a nuestra existencia, un propósito.
Para algunas puede ser una actividad creativa como pintar, dibujar, hacer origami, crear letras, tejer, bordar. Otras lo encontrarán en un deporte o actividad física. Seguro haya quienes lo tengan en su pareja, en sus hijos, en su trabajo, en la música, la danza, la amistad, la naturaleza, el cine, o hasta en la decoración.
No importa dónde o en qué, la clave está en poder darnos el tiempo y el lugar para “hurguetear” en el alma hasta dar con lo más propio, aquello que sentimos que combina perfectamente con quienes somos (así como debería ser también en la moda, ¿no?). Porque hacer (y ser) lo que amamos, trae salud mental y física. Y ni que hablar cuando podemos integrar placer-trabajo (una idea cada vez más instalada). Es que -creo yo-, lasatisfacción personal y laboral no deberían administrarse por separado. La clave está en empezar a integrarlas.
Hay un libro que se llama “Encuentra tu elemento” (de Ken Robinson), súper recomendable. Para el autor, “estar en nuestro elemento” consiste en poder desarrollar actividades con las que nos sintamos a gusto, y que resuenen en nuestro interior de una forma tan intensa, que nos hagan sentir plenamente identificados con nuestra vida. Tiene que ver con encontrar el punto en que nuestras aptitudes y pasiones coincidan.
Tal vez ésa hoy tenga que ser nuestra búsqueda. Y para transitarla hay que desandar caminos, desatar nudos, replantear creencias, repensarse y reinventarse, soltar, y permitirnos estar –por un rato aunque sea- en esa licuadora emocional que a veces es la vida.
¿Alguna vez se pusieron a pensar qué cosas hacen sólo porque les da placer? Pueden seguir leyendo acá
Un tatuaje sobre el amor que sana
14.6.17
En marzo de este año (2017) me sacaron un melanoma maligno, cáncer de piel. Y por unos meses mi vida quedó en pausa.
Todo empezó con un simple lunar que tenía en el antebrazo derecho desde hacía varios años. Pero con el tiempo, había cambiado de color, los bordes se fueron tornado irregulares y me picaba. Lo hice ver unos meses antes gracias a la insistencia de mi marido, y a mi hijo Bautista que me lo tocaba cada vez que lo prendía a la teta o lo hacía dormir. Él me lo marcó. Por eso siempre digo que “mis hombres me salvaron”.
En ese momento me recomendaron sacarlo y cuando a los 15 días tuve los resultados y la confirmación de que era un melanoma (uno de los cánceres más agresivos), comenzaron las consultas en dermatología oncológica, los miedos, las dudas y la vida (mi vida) entró en otra dimensión.
Me explicaron que debían volver a operarme, reabrir la zona para “ampliar márgenes” y asegurarnos de que no hubieran quedado células cancerígenas, y extirpar algunos ganglios de la axila derecha para saber si el tumor ya había hecho metástasis (porque en mi caso, había infiltración).
Hay dos datos que quiero sumar: por un lado, que los melanomas tienen una gran capacidad para diseminarse, y que si hacen metástasis pueden ser fatales. Por el otro, que si bien la principal causa es la exposición al sol, también hay factores genéticos implicados.
El alma me volvió al cuerpo cuando a los días supe que los ganglios no estaban tomados y la zona del melanoma, “limpia”. De a poco sentí que volvía a ser yo. En realidad, debo confesar que nunca más volví a ser la misma. Porque estas cosas te cambian la mirada, te dan vuelta “prioridades”, y así, en carne viva, te vuelven al eje. No tengo dudas de que algo nos enseñan, que un mensaje nos dejan, y que son la oportunidad para desatar nudos y desandar caminos.
Hoy me restan controles de por vida. En principio cada tres meses por tres años, y después se irán espaciando. Pero eso no es algo que me moleste. Tampoco mis cicatrices (suman casi 40 puntos en mi brazo derecho): son el "tatuaje" que me recuerda que el amor sana. Porque si de algo me llené esos días, fue de amor: de mi marido, mis hijos, mi mamá, mis hermanos, mi familia, mis suegros, mis amigos, mis compañeras-amigas de trabajo, mis vecinos, mis conocidos. Todos me salvaron, física y emocionalmente.
Fueron tiempos difíciles, llenos de emociones encontradas y de pensamientos que no podía soltar. Por un momento dudé acerca de si contar o no todo esto. Pero creo que desde mi lugar de periodista de belleza y bienestar, más allá de hacer una nota sobre los cuidados del sol y los últimos protectores solares, mi pequeño aporte vale para ayudar a tomar conciencia acerca de la importancia de los chequeos anuales de piel: busquen un dermatólogo, hay que revisarse de cabeza a pies cada año. Porque una vez más es el diagnóstico a tiempo el que hace la diferencia.
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Sobre Mí
Soy Paz Berri. Periodista especializada en temáticas de bienestar y autoconocimiento. En este blog vas a encontrar todo lo que me inspira y hace mis días más felices: historias de mujeres creativas, reflexiones, y vida cotidiana.