Volver a ser niños
21.8.16
Cada día del niño me pasa lo mismo. Además de saludar a los más pequeños, los veo con su inocencia tan marcada, con su sencillez ante la vida, con sus risas, juegos, y sus elecciones placenteras, y empiezo a preguntarme en qué momento todo eso se me escapó de las manos. Claro, es lógico que el crecimiento tenga que ver con asumir responsabilidades, no siempre hacer lo que nos gusta o queremos, sentir preocupaciones, miedos (muchos), rutinas, horarios, y todo eso que cada una sabe identificar muy bien y que tiene que ver con la vida misma: con ser madres, esposas, trabajadoras, novias, hijas ya adultas.
Pero en realidad mi pregunta va por otro lado. Pienso en qué momento dejé de disfrutar ciertas cosas que no tienen que ver con la edad, cuándo me endurecí ante situaciones que podría dejar fluir más, por qué empecé a sentir tantos miedos, qué hizo que deje de jugar, de mirar con ojos de asombro hasta lo más sencillo (o hacerlo sólo cuando "tengo tiempo"), qué provocó que tuviera que andar conectada las 24 horas de mi día, o caminando por la calle sin mirar qué pasa a mi alrededor, o no poder tomarme el tiempo de tocar y oler las mandarinas de la esquina, cantar mientras me baño, o reirme sin parar.
Por eso, este día del niño quiero hurguetear en mi interior hasta conectarme con la niña que fui, con la que hoy veo en mis hijos y me recuerda a mí. La invitación que me hago es a tirarme al piso a jugar, cocinar y que no me importe si se ensucia, dejar mis cosas tiradas hasta el otro día si estoy cansada para juntarlas a la noche, no tender la cama una mañana, desayunar con un alfajor, merendar con una linda mesa, ver una peli que me encante sin horarios, bañarme sin tiempo, pintar, y hacer las cosas que más me gusten porque sí, sin un sentido, sin un fin. Sólo por el placer de hacerlas. Parece fácil, pero para mí es todo un desafío.
Ayer leía una nota en el diario La Nación, que hablaba acerca de qué cosas son las que más felices hacen a los chicos. Y ahí decía lo que todos sabemos pero a veces olvidamos: ellos no necesitan tantos juguetes, sino algo tan simple y feliz como nuestro tiempo. Cuántas veces nos estresamos por darles el último viaje, el mejor celular, la más grande casita de la Barbie, mandarlos al colegio más caro, y perdemos el foco. Qué importante es poder leerles un libro, pintar con ellos, acompañarlos a la plaza, estar en sus reuniones del colegio, disfrazarnos, bailar sus canciones, escuchar música, o invitarlos a estar con amigos. Nuestros hijos nos necesitan a nosotros. Y creo que es el mejor regalo que podemos darles (y darnos) este domingo.
¡Feliz día a todos! (grandes + chicos)
Diseño + conciencia sustentable
1.8.16
Pero además, María tiene toda una filosofía de vida que la acompaña. Una de ellas es la de generar conciencia sobre la cantidad de residuos que generamos sin necesitar. Por eso también da talleres para transmitir el oficio. Y lo dice así de fácil: "Cualquiera tiene cartón en su casa, hilo, papeles sueltos, y puede aprender distintas técnicas de encuadernación con el plus de hacer un producto nuevo y con diseño que no va pasar desapercibido por sus vidas y luego tirado a la basura". Será cuestión de probar, ¿o no?
Doy talleres en La Bladousse (Armenia 2150, Palermo), donde también pueden encontrar los cuadernos Milo además de un montón de cosas lindas y con diseños únicos.
¿Por qué podemos llegar a ser tan adictas a los cuadernos?
Porque cada uno está pensado para mujeres que aman los detalles. Cada vez que saco una nueva colección me quiero quedar con uno y tengo miles. Los amo, soy adicta a las telas y los colores, y así creo que le pasa a muchas de nuestras mujeres que los vuelven a elegir.
¿Por qué crees que hay algo en nuestra generación de volver a la esencia, de rescatar cosas de antes, de dejar de lado tanta cosa tecnológica y conectarse con estas propuestas?
Yo creo que la moda es algo cíclico así como la historia, que cada tantos años vuelve algo del pasado a imponerse nuevamente. En Milo queremos poner los cuadernos de moda. Y si bien el oficio de encuadernar es algo que se ve bastante entre los distintos emprendimientos, lo queremos llevar más allá. Son tan lindas las telas que combinan con la ropa. Milo no es sólo un cuaderno, es un accesorio de moda, y como todo vuelve... ¡Pongamos los cuadernos de moda!
¿Estás lista para empezar a escribir tu propia historia? (en un cuaderno, obvio)
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Sobre Mí
Soy Paz Berri. Periodista especializada en temáticas de bienestar y autoconocimiento. En este blog vas a encontrar todo lo que me inspira y hace mis días más felices: historias de mujeres creativas, reflexiones, y vida cotidiana.