La agenda llena de turnos y pendientes. Las migas en el piso. La cama sin tender. Los reels de IG que "hay que hacer". El disfrute en familia en el sillón. Ver a mis abuelos. Jugar al Twister. La lista de materiales del cole + las viandas. Salir a caminar. Y mis dos clases de yoga semanales. Oli y sus dudas existenciales. "MIS" dudas sobre cómo será el colegio cuando llegue el frío (o el mes que viene). Las etiquetas de los alimentos que me abruman. Y los gastos del mes. Hablar con mi mamá, mi familia, mis amigas. El día a día que a veces me pierde. ¿Respondo que sí o que no? El correo lleno. El budín de amapolas que me gusta preparar. Los grupos de whatsapp esperando una respuesta. Y las notificaciones del celu que no dejan de titilar. La siesta abrazada a Bauti. La ropa en el tender. Las reuniones y cursos por zoom. El tiempo para hacer mis letras y mis papelitos. El alcance en IG. Las zapatillas que quedaron chicas. Mi terapia haciendo origami. La futura Tienda On Line para vender los talleres. Y el Taller 2 aún pendiente. La letra "S" que no funciona en el teclado de la compu. El auto para lavar. Y la recategorización de AFIP. El dentista. La serie para ver con Julián ❣️ {Complete según corresponda}

"¿Esto es lo más importante que debería estar haciendo con mi tiempo y mis recursos en este momento?" La pregunta de #GregMcKeown en su libro #Esencialismo me acorraló (lo estoy leyendo en e-book -@penguinlibrosar-). Y me hizo hacer una pausa. ¿Estoy invirtiendo mi tiempo en las actividades/temas adecuados? Porque como dice McKeown "hay muchas más oportunidades en el mundo, que el tiempo y los recursos con que contamos para invertir en ellas". Y si nosotros no establecemos prioridades, alguien más lo hará (y las agendas de otras personas/aplicaciones marcarán nuestra vida). Porque no todo es taaaan importante. Por eso la propuesta es ser selectivos; hacer sólo lo importante, y eliminar lo demás (lo que no es esencial). Dejar de decir que "sí" a todo. Filtrar el ruido, para tener más espacios y libertad creativa. ¿Quién se anima?

O como me dijo @mialmanomade: ¿Qué queda cuando eliminamos todo y dejamos sólo lo esencial? ♥️ Para pensar ✨

* La foto de la nota fue tomada con un celular Motorola g9 Power (www.motorola.com.ar)   

"Para descubrir cuál es tu historia, tienes que pasarle el tamiz a tu vida para averiguar qué es lo que importa". Ésta es una frase de la ceramista Ayumi Horie que retoma Lisa Congdon en su hermoso libro "Encuentra tu voz artística" (lo leí en el verano ♥️).

Y ojo que esto de la voz artística no es sólo para quienes se dedican a las artes. Todos tenemos una voz que nos diferencia, que cuenta quiénes somos, y que se relaciona con nuestra historia: lo que nos gusta, lo que nos pasó en la vida, lo que nos mueve, lo que amamos. Y en nuestro trabajo, lo que hace que nos distingamos de otros.

Peeeeeero, a veces se nos hace difícil reconocer cuál es "nuestra voz". Algo de esto hablamos en el taller que dí ayer (sobre Generación de Contenido para Instagram). Y me quedé pensando. Resulta que en el libro, #LisaCongdon le hace una entrevista a Kate Bingaman-Burt. Ahí, ella dice que las personas solemos mirar a otros lados para encontrar nuestra voz, cuando en realidad lo primero que deberíamos preguntarnos es: ¿Qué me hace única? ¿De qué experiencias variadas estoy hecha y cómo puedo aprovechar esas cosas en mi trabajo? Porque si imitamos la voz de otro, terminaremos fracasando. Entonces el primer paso es aceptar nuestra historia. Y un ejercicio que propone, es averiguar qué compone nuestro "Árbol Genealógico Creativo". Dato: cuántas más ramas tenga mejor, porque más distintiva será nuestra voz.

Una rama puede incluir nuestro interés por un determinado estilo de ilustración. Otra, una película que nos quedó grabada, o las cosas lindas que compramos en una tienda de segunda mano. Otra, un período histórico que nos guste, o una experiencia rara que hayamos pasado en la infancia. También nuestros músicos o artistas favoritos, frases, colores, imágenes. ¿Qué sigue después? Pasar todo por un filtro personal, y componer una especie de batido alocado, raro y personalizado a través de nuestro arte, emprendimiento, o lo que nos guste hacer. Les dejo la idea para que la piensen ♥️ 

Creo que es una linda manera de empezar a pensar lo que hacemos no sólo desde el QUÉ, sino desde el POR QUÉ y el PARA QUÉ. Desde el propósito, como dice Simon Sinek ✨ ¿Qué piensan?

* La foto de la nota fue tomada con un celular Motorola g9 Power (www.motorola.com.ar)  

* La foto de la nota fue tomada con un celular Motorola g9 Power (www.motorola.com.ar) 

Fue un día de Enero. Salimos juntas con mi abuela, mi hermana y mi hija Olivia. El destino: acompañar a Mamina (85 años) a comprarse un vestido de algodón, "bien cómodo, para ponerse a la mañana, y usar de comodín para todo". Lo dejamos a mi abuelo (96 años) en el departamento, con la carne para el almuerzo en el plato, y el tomate ya cortado. Bah, ella dejó todo así. Siempre lo hace.

Caminamos unas cuadras, entramos a un local, y pedimos la prenda: "De algodón, con manga corta, suelto, cómodo. Que no sea estilo musculosa porque no quiere que se le vean los brazos", dijimos al unísono. Le ofrecieron uno rojo. Lo miró y nos dijo que no era lo que quería porque "al abuelo no le gustaba el rojo". Entonces le mostraron uno negro. Y moviendo la cabeza, otra vez: "Negro no. Al abuelo no le gusta el negro". Todas la (nos) miramos. Y mi hermana se animó: "Mamina, ¿Y a vos, qué te gusta?". Se hizo un silencio. Los años que nos separan, nos hicieron sentir más poderosas en esto de poder darle lugar al deseo propio, a las ganas. Pero ella, sin titubear, contestó: "A mí, me gusta el abuelo" ❤️

A partir de ese día no sé de qué color es el amor. Tal vez sea rosa. O a rayas (como el vestido que finalmente se compró Mamina). Sí, puede ser que el amor sea un poco rayado. Con líneas rectas, a veces curvas, y otras bastante onduladas. De lo que puedo dar fe, es que no es ni rojo, ni negro ✨

{El año pasado compartí esta historia. Y hoy quise volver a ella para celebrar #SanValentín. Gracias a mis abuelos, por ser siempre inspiración. Y a Julián por ser mi amor}

* La foto de la nota fue tomada con un celular Motorola g9 Power (www.motorola.com.ar)

                                     

¿Lo piensan?

* La foto de la nota fue tomada con un celular Motorola g9 Power (www.motorola.com.ar)

Delfi habló de la cantidad de “tiempos muertos” que tenemos en nuestra vida, en donde caemos forzadamente en instantes de “pausa”. A mí se me vino a la cabeza cuando espero a que se caliente el agua del mate, o viajando en colectivo. ¿Qué nos pasa en momentos así? Inmediatamente hacemos "Check-Out"; chequeamos afuera, en general en el celular: el clima, Instagram, WhatsApp. Llenamos el vacío.

Entonces, la propuesta (tomada del Mindfulness), fue empezar a hacer nuestros propios "Checks-In", en esos espacios "de nada": registrar cómo nos sentimos física, mental y emocionalmente, centrarnos en el momento presente, salir del piloto automático, y pensar qué necesitamos para seguir nuestro día. 

¿Cómo lo hacemos? Lo que Delfina nos explicó, es que en Mindfulness usan acrónimos, palabras fáciles, en donde cada letra nos invita a una acción que debemos recordar. En este caso, ella sugirió usar el acrónimo STOP (PARE en inglés), para recordar el paso a paso de este "Chequeo Atento".

- La letra S hace referencia al STOP. Detener aquello que estamos haciendo y cerrar los ojos, o ponernos cómodos para cortar el piloto automático y tomar conciencia plena del momento presente.

- La letra T invita a TOMAR unas respiraciones que nos permitan conectarnos con nuestro ritmo interno y nuestro cuerpo. Una forma sencilla de hacerlo es acercamos a las sensaciones físicas de la respiración en el cuerpo, observando cómo el aire entra y sale. Utilizamos cada inhalación y cada exhalación como oportunidades para anclarnos en el presente. Si la mente se dispersa, la observamos y volvemos a dirigir la atención amablemente de nuevo hacia la respiración.

- La letra O hace referencia a la OBSERVACIÓN de los tres componentes de nuestra experiencia: los pensamientos (¿qué estoy pensando en este momento? ¿qué pensamientos pasan por mi mente? La intención es identificar los pensamientos como simples eventos mentales que aparecen, pasan, y desaparecen como nubes en el cielo), las emociones (¿estoy experimentando alguna emoción en este momento? La idea es prestar atención a los posibles sentimientos agradables o desagradables que puedan presentarse, reconociéndolos sin intentar cambiarlos), las sensaciones físicas (¿puedo percibir alguna sensación en mi cuerpo? Escaneá brevemente tu cuerpo desde la cabeza hasta los pies para reconocer posibles sensaciones de tensión o resistencia que puedan existir, pero no intentes cambiarlas).

- La letra P hace referencia a PROCEDER. Procede y continúa con lo que sea que estés haciendo, pero desde una elección consciente e intencional para incorporar lo que acabas de aprender. Muchas veces este proceder tiene que ver con parar, y otras con hacer algo con aquello que registraste. Por ejemplo: tengo una contractura, necesito hacer algunos movimientos conscientes.

Como dijo Delfi, este Check-In también es nuestro gran aliado para dejar de reaccionar automáticamente frente a los desafíos de nuestra vida diaria, y PAUSAR para poder responder de forma más consciente a todo lo que se nos presenta. Es fácil. Es simple. Lleva unos minutos, y recicla toda la energía. ¿En qué momento del día harían estas pausas reparadoras?

* La foto de la nota fue tomada con un celular Motorola g9 Power (www.motorola.com.ar)