“La cuarentena frenó un tipo de noción del tiempo”, dijo Susana Maio Sasso (astróloga terapéutica) en una de nuestras clases de Astrología del año pasado. Siempre me quedé pensando en esa idea, y en cómo aquella desconexión con el afuera, casi que nos obligó a conectarnos con un adentro acostumbrado a huir. Entonces, en 2020, con las fronteras cerradas, los vuelos cancelados y las rutas bloqueadas, el cuerpo y el alma se tuvieron que quedar ahí justito adonde estaban. Y unir sus partes. Y encarnar en el cuerpo (o tratar al menos), nuevas formas. 

¿Pero qué pasa ahora? ¿Cómo volvemos a “la vida”? ¿Cómo evitamos perdernos en ese afuera que propone otra velocidad distinta a la veníamos trayendo? De esto y más hablé con Su. No te pierdas nuestra charla.




Su, cuando frenamos el año pasado, a muchos nos pasó esto de pensar “dónde me perdí”, o “dónde no estuve consciente de lo que me estaba pasando”.  ¿Por qué se dio así? 

Yo creo que más que frenar o no, se trata siempre de mantener cualquier velocidad conectados con nosotros mismos. Como nos gobierna mucho el cuerpo mental, y desde la mente las cosas son mucho más rápidas, vamos y venimos sin ir y volver a ningún lado. Y nos desconectamos de los otros cuerpos: el físico, el emocional, el espiritual. Desde el paradigma imperante, desde el patriarcado opresivo y productivista, lo racional manda, y las imágenes de “éxito supuesto” gobiernan. Entonces, vivimos en la cabeza, en las ideas, en las acciones desesperadas por resultados futuros. Y lo que podría ser un cuerpo en equilibrio con los otros cuerpos, termina teniendo una preponderancia que nos desequilibra y desconecta de lo que sentimos, lo que nos pasa, lo que nos duele. Creo que en realidad eso es lo que sucedió en ese tiempo primero de cuarentena: frenamos y apareció lo otro. 

¿Y ahora? ¿Cómo integramos lo que pasó en 2020 con la actualidad?

Creo que muchos tuvimos un contacto profundo con nosotros, con cosas que estaban allí esperando. El 2020 fue un año de muerte y resurrección en términos astrológicos, por la presencia de Plutón y su conjunción con Saturno en Capricornio. Ahora, manifestar esto en el 2021 no será tarea fácil. Está claro que estamos en otro tiempo, que la invitación parece ser llevar estos cambios internos, sentidos, conscientes, al intercambio colectivo: a los vínculos en redes. La vibración actual invita a salir afuera, pero no a hacer lo mismo, y muchísimo menos a hacer como si nada hubiese pasado. A los espacios que conquistamos toca defenderlos.

El hecho de tener que cambiar cosas pero sin “una referencia” ¿Qué nos provoca? 

La sensación de la necesidad de un cambio sin referencia es muy descriptiva de la energía que este 2021 nos propone. Este tiempo lo tiene a Urano como protagonista desde Tauro, y Saturno desde Acuario, haciendo cuadratura.  Simbólicamente esto representa un enorme portal de cambio. Y la tensión de encarnar concretamente ideas de evolución. Estamos ante una era o etapa que inicia. Sin referencias. Para algunos será la era de la tecnología de la máquinas, para otros, ojalá así sea para todos, será volver a la tecnología de SER HUMANOS. Los humanos tenemos poderes dormidos, olvidados, por la enorme escisión y alienación que vivimos socialmente hace cientos de años, desasociados de la naturaleza, a la que tratamos como recurso inagotable. Hoy más que nunca debemos resignificar nuestro contacto con los recursos naturales. Y dejar de creer que somos la figura dominante de un sistema, sino que formamos parte de un sistema mayor. Nuestra actividad está dañando un sistema, y no hay manera de que si producimos daño, ese daño no vuelva contra nosotros mismos.

Estamos “disociados de nuestra raíz espiritual”. ¿Lo sentís así? 

Así es. Tal vez la era de Acuario se trate de volver a la tecnología ancestral de SER humanos. De sanar desde nuestra consciencia, de vivir en comunión con el sistema del que formamos parte. Este cambio no tiene referencia. Y es muy desafiante. Es clara la crisis climática y ambiental, como lo agotable de los recursos. Mientras recién algunos se empiezan a animar a hablar de lo sustentable, otros empezamos a sentir la necesidad de reducir un estilo de vida, un paradigma, donde pareciera que tenemos que correr atrás de objetos que ni la mitad del planeta puede comprar, y en un hábitat donde ya no hay lugar para los desechos que estas industrias producen. Esta es la consciencia que está naciendo, y es necesario nombrarlo. De esto habla este año y sus energías.

Vos decís que es tiempo de “aceptar amorosamente”. Me gustaría ampliar esta idea. 

El 2020 fue un tiempo de ruptura con los mandatos. De soltar el “deber ser”. De caída, de inicio de caída de viejas estructuras de poder anquilosado. Es importante entonces a la hora de iniciar el cambio que aspiramos, entender desde qué lugar lo hacemos. Es simple pero difícil. Pensémoslo así: cuántas veces hemos intentado iniciar un cambio de hábitos desde la falta, ligados al odio por nuestras formas físicas, comparándonos sufrientemente con modelos impuestos. Esos cambios frustran, no duran, porque no nacen del amor por nosotros, desde el cuidado. Este será un tiempo para iniciar cambios conscientes, desde el amor.

¿Y cómo crees que es ahora “volver”? Volvieron las clases, se va abriendo todo, la gente vuelve a la oficina. ¿Qué empieza a surgir o aparecer acá? 

Este año siento que vamos a tener que estar atentos a la autoridad interna: “Qué es real para cada uno de nosotros. Qué necesitamos”. Claro que hay obligaciones que no se pueden desatender, pero si la propuesta es desde la forma, será nuestra responsabilidad accionar para producir el cambio.

¿Cómo podemos  hacer para seguir sosteniendo esos espacios que el año pasado descubrimos que nos hacen bien? 

Hay algo que te puedo decir acá, y es que a veces los espacios que nos hacen bien se sostienen con incomodidad y voluntad. No solamente con fluidez. A veces, hay que ir contra corriente para sostenerlos.  Lo más importante es la presencia y la mirada interna. A veces vemos cosas maravillosas, y otras, cosas que no nos gustan pero que son la puerta de entrada a un proceso de transformación muy importante. Entonces, me parece que cualquiera haya sido el movimiento que hayamos descubierto que nos acerca al contacto interno  (nuevos buenos hábitos, generar otro vínculo con la comida, bajarle el tiempo al laburo, más tiempo con  nuestros hijos, etc.), se sostiene estando presentes. 

¿Cómo definirías “estar presentes”?

Estar aquí y ahora, sin pensamientos ansiosos y sin melancolía por lo que pasó. Estar en el presente es sentirse pleno, disfrutando o aceptando.

Y por último Su: ¿Qué mensaje te gustaría dejarnos para este 2021?

Digamos que podemos hablar de este año como la entrada profunda a la era de “Aire”. Esto empieza con la conjunción de Saturno y Júpiter, el 21 de Diciembre en el grado “0” de Acuario, marcando un punto de inicio en el ciclo de encuentro de estos dos planetas. Así de intenso y así de fuerte. La última vez que sucedió este encuentro, en estos términos, fue en 1800, en signos de tierra, iniciando lo que fue la Revolución Industrial. Entonces, las energías de este año básicamente tienen que ver con las tres cuadraturas que va a tener Urano en Tauro, y Saturno en Acuario. Y si tuviera que sintetizar, diría que tal vez este 2021 se trate de ver qué tenemos que soltar para ir más liberados, más livianos, más creativos, más desapegados, y más en comunión con todos (que eso es Acuario). Acuario es el signo de todos, de lo común, de las redes, de la energía que está más allá de la materia, de la libertad, y de llevar la energía a donde sea necesario para el bien común. Hacia ese desafío vamos. 


Pueden seguir leyendo a Susana en su IG. Sube a diario posteos con las energías del momento. Pero además da talleres, y tiene la Formación On Line en Astrología (divina),  armada con clases pre-grabadas, clases en vivo donde se trabaja con la propia energía, foro de preguntas y respuestas y material teórico. ¡Empieza a fines de Marzo y Su ya está anotando!

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Yo hice dos años de Formación con Su, y lo que más me gustó -además de su mirada tan humana-, es esta idea de poder ver a la astrología como herramienta de auto-conocimiento, y dentro de un proceso personal-vivencial único. Vayan a chumear. También hace consultas individuales.  


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* La foto de la nota fue tomada con un celular Motorola g9 Power (www.motorola.com.ar)