"Que no se ve bien si no es con el corazón. Porque lo esencial es invisible a los ojos. Que el tiempo que perdimos con nuestra rosa hace que sea única en el mundo. Y que es una locura odiar a todas las rosas, sólo porque una nos pinchó. Que somos responsables para siempre de lo que hemos domesticado. Que todas las personas mayores fuimos niños alguna vez (pero pocas lo recordamos). Que es tan misterioso el país de las lágrimas" ❤

En el año 2001 conseguí esta edición de #ElPrincipito. Yo trabajaba en microcentro, y entré en una librería chiquita de calle Florida. Un cartel avisaba que estaban por cerrar el local, definitivamente. Llovía (adentro mío también). Este libro fue el primero que agarré.  Salía $50. Abrí mi billetera. Sólo tenía $7. Así que lo dejé. En ese entonces no había Mercado Pago, ni transferencias inmediatas. Tampoco mucho resto en mi caja de ahorros. Tenía lo que había en mi cartera + un poco de tristeza. Me acuerdo. Algo de eso intuyó el señor dueño del local. Se acercó y me dijo que lo llevara. Le conté que no me alcanzaba. Me ofreció dejarlo en $30. Pero tampoco llegaba. ¿Cuánto tenés?, preguntó. "Sólo $7". "Entonces te lo dejo en $7", sonrió. Y algo mágico pasó en ese momento. Creo que entendimos nuestros mundos.

A los días fui a llevarle de regalo un ramo de rosas rococó ("Porque tu rosa es única en el mundo"). Nos abrazamos. Al tiempo volví, pero la librería ya no estaba más. No sé si este buen señor guardará aún las rosas, o la anécdota. De lo que sí estoy segura, es de que yo conservo este libro como un gran tesoro. Y a él en mis recuerdos siempre 🌹

Pensaba que nunca sabemos con qué zapatos el otro está caminando la vida. Y cómo con tan poco, podemos cambiar tanto. Tal vez sea un lindo día para recordar, mencionar o agradecer, a quienes dejaron huella en nuestro ❤. ¿Qué les parece?