Nota para Lookeate, el blog de VER

“Volver a la esencia”. “Volver a la fuente”. Son dos frases que escucho cada vez más. Es que siento que las mujeres últimamente tenemos una gran necesidad de volver a nosotras mismas. De conectarnos con aquellas que fuimos, con lo que fueron nuestras abuelas, con lo que tenemos escondido en algún rincón del alma y por distintos motivos perdimos.

Hace tiempo que pienso esto. Y creo que está muy relacionado a los nuevos roles que asumimos en la sociedad. Lo charlamos con Claudina Kutnowski de Glimar (ella asesora a personas que quieran rediseñar su carrera laboral: www.glimar.com.ar), y me decía algo interesante: que la evolución del lugar de la mujer en la sociedad se inició intentando igualar al hombre en cuanto a los derechos laborales, el tema es que esto se expandió e implementó como igualdad en todo, anulando varios aspectos de la femineidad que hoy estamos intentando recobrar. Ahí creo que está la punta del ovillo.

Si miramos a nuestro alrededor, muchas de las mujeres que hoy se lanzan a emprender un proyecto propio, lo hacen ligado a lo manual: coser, dibujar, tejer, pintar. Como si hubiera una reivindicación de las tareas que fueron dejadas de lado y descalificadas durante décadas. Hay toda una vuelta a eso que nos hace bien, a la necesidad de estar más tiempo en casa, a retomar el deseo postergado, a cocinar casero, cuidar las plantas, y a mirarnos desde un lugar más honesto y genuino.

Lejos de la moda “multitasking” (hacer muchas cosas a la vez), las tareas hand-made nos acercan al encuentro con nosotras mismas, al placer del producto que se inicia y termina en nuestras manos, y nos hacen estar en el tan preciado “aquí y ahora”. Y creo desde las entrañas, que no hay otra forma de crear que no sea conectada con nuestras emociones y sentimientos. Con lo que verdaderamente somos.

Clau me decía que venimos hace siglos peleando por ocupar lugares que nos hagan felices. Y que hubo una legión de mujeres que la pelearon duro para abrirse paso en espacios antes destinados sólo a los varones, que sufrieron la presión de tener que “sobresalir” para ser consideradas, y que vivieron más cerca del sacrificio que del disfrute. Por suerte en los últimos 10 años, muchas nos dimos el gusto de “protestar” un poco. De repensarnos e indagarnos aunque cueste, sin dejar de lado la independencia económica que va de la mano de otras tantas independencias, como dijo Claudina.

Por eso, ya sea que lo hagamos como hobbie, o que nos lancemos a la aventura de empezar un proyecto personal, la invitación es a que en ese deseo de volver a la esencia, podamos elegir desde lo más propio y auténtico. Desde aquellos lugares que nos convocan naturalmente. Conectándonos cada vez más con lo deseamos y SOMOS: #MujeresApasionadas 

Y ustedes… ¿Qué hacen para “volver a la fuente”?