“Se la pasa mirando el celular”. “No me mira cuando le hablo”. “Sólo se entretiene con pantallas”. Si alguna de estas frases te suena, esta nota es para vos. Es que vivimos en un mundo atravesado por la tecnología, y cada vez más. Y muchas veces, si bien esto nos soluciona grandes temas cotidianos, también los entorpece. Y más con los hijos. ¿Cómo podemos hacer para que conviva la realidad virtual (para escuchar música, buscar información o jugar), con la real (una charla en familia, o un partido de fútbol en la plaza del barrio)?

En el marco de la campaña Phone Life Balance de Motorola, hablamos con Roxana Morduchowicz, consultora de la UNESCO en temas de educación y tecnologías, sobre cómo podemos empezar a implementar nuevas dinámicas para el uso de las tecnologías en la vida cotidiana de niños y adolescentes. Porque como en todo, el sano equilibrio es la clave: acá no se trata de prohibir, sino de priorizar la vida real, y combinar las pantallas con otras experiencias como caminar en un parque o leer un libro por ejemplo.

Morduchowicz cuenta que existen familias en las que los chicos no tienen ningún contacto con pantallas: “es una pérdida de tiempo" dicen algunas. “Los aísla de los demás”, comentan otras. También suma el dato de que ciertas escuelas no permiten el uso de dispositivos “para evitar que se pierda la creatividad, o porque con las pantallas ya no leen”. Pero ¿Es posible pensar en una familia o una escuela sin tecnologías?

La especialista explica que quizás sea viable, pero no conveniente: “El primer impedimento es la dificultad de ir a contramano de un mundo cada vez más poblado de pantallas. Ignorar la presencia de las tecnologías es fabricar para los niños un universo ficticio, alejado de la realidad y del siglo XXI en el que nacieron”, dice Morduchowicz. Y agrega: “Es impedirles que aprovechen el enorme potencial de Internet o que se integren a un medio –sus propios amigos- en el que las tecnologías forman parte de la vida diaria”.

Morduchowicz sostiene que los argumentos de quienes proponen excluir a los niños o adolescentes de las tecnologías son cuestionados en todo el mundo. Y lo explica así:

•    Las pantallas no promueven aislamiento. De hecho, el primer uso que hacen los adolescentes de las tecnologías es comunicacional: navegar en las redes sociales o jugar en red con amigos.
•    Tampoco limitan la lectura. Los niños y jóvenes de hoy no leen menos: lo hacen en otro soporte (pantalla), de otra manera (no lineal), y con otros fines (buscar información sobre un equipo de futbol o un grupo musical.)
•    Por último, tampoco es cierto que restrinja la creatividad: cada vez más editoriales abren blogs a autores de literatura juvenil porque a sus lectores adolescentes les gusta intercambiar ideas sobre el libro o cambiar el final de la historia.
•    Debemos tener claro que las tecnologías han transformado la manera en que ellos aprenden, leen, se informan, se entretienen, miran películas, ven series, escuchan música y se relacionan con los demás.

Ahora bien, ¿Hay algo que las familias podamos hacer para evitar el uso excesivo de las tecnologías en la casa? Sí.

•    No equipar la habitación de los niños con pantallas. Las tecnologías en el cuarto favorecen más horas de uso por día y más en soledad. Es conveniente ubicarlas en espacios de circulación compartida: un comedor, una cocina o un escritorio.
•    Acordar reglas familiares para el uso de las pantallas en la casa: almuerzos o cenas sin celular, domingos sin tecnologías o usos de pantallas que no superen las dos o tres horas.
•    Leer un libro, compartir actividades en familia, ir a una plaza, a un club, a un cine, a un museo o a la casa de un amigo, pueden ser momentos apropiados para que estén libres de tecnología y que sus celulares pasen a  un segundo plano.
•    A su vez, es importante que los padres incorporen una nueva pregunta al diálogo familiar: “¿Qué hiciste hoy en Internet?” (Qué páginas web conociste, con quién te comunicaste, hubo algo que te gustó o algo que te enojó). Esta es la mejor manera de conocer, saber y compartir el uso que hacen los chicos de las tecnologías.
•    Y por último, si los padres quieren evitar que los adolescentes miren el celular antes de levantarse de la cama (porque duermen con el móvil en su cuarto), hay una alternativa: por la noche dejar cargando todos los celulares en el comedor. No solo se evita así, que los chicos chequeen el celular desde la cama al despertarse por la mañana, sino que impide que duerman con el móvil encendido junto a ellos por la noche, conectados a la pantalla las 24 horas.                                   

                                                 ¿Alguna idea más para sumar?

Dato: Motorola acaba de lanzar al mercado el Motorola One Action, con un sistema de triple cámara +  un sensor que permite grabar videos en vertical con una sola mano y reproducirlos horizontalmente en full HD. Un cine en tu bolsillo. Podés ver toda la info acá: https://www.motorola.com.ar/motorola-one-action/p