COHERENCIA Sentir| Pensar| Hacer 💛 Una vez leí un libro en donde el autor decía que "estamos en nuestro centro", cuando lo que pensamos, hacemos y sentimos, concuerda. Me acuerdo que en su momento escribí acerca del tema con esta misma foto (vale reciclar, en la vida y en las redes), y el concepto resonó fuerte. Y cada vez más. Porque la mayoría estamos en ese proceso. Sintiendo que con tantos estímulos, muchas veces nos perdemos de nosotros mismos, por no vivir al compás de lo que realmente SOMOS. ¿Les pasa?

Por eso, después de hablar con Susana Maio Sasso (astróloga terapéutica, con quien hago mi formación en Astrología), y ver que Septiembre es el mes de la “Coherencia”, decidí hacerle nota para el blog (siempre escribo sobre lo que necesito aprender, me dí cuenta que es una constante en mí). Regalo de primavera, las invito a leerla.


Su, ¿Qué pasa cuando hay una distancia entre el “sentir” y el “hacer”?
Cuando lo que sentimos y hacemos no coincide, cuando la voz de nuestra íntima sensibilidad es tapada, el cuerpo habla. El cuerpo no miente nunca. Para poder trabajar con nuestras emociones siempre es importante detectar nuestros mandatos y prejuicios en relación a ellas. Las emociones no son ni buenas ni malas. Son información que debemos procesar, darle escucha y salida. Drenarlas es importantísimo.

¿Y qué sucede cuando SOMOS coherentes?
Nos llenamos de vida y encontramos el camino del propósito. La coherencia, aunque nos lleva por sitios inseguros para el ego (que busca reconocimiento en lo repetido), nos acerca al encuentro con nuestros dones y nuestra creatividad.

¿Por qué esta temporada tuvo tanto que ver con el tema de la COHERENCIA?
Porque puso foco en aquello postergado, excluido, reprimido, que nos impide manifestar nuestra visión del mundo. Y nos mostró la necesidad de ser coherentes para lograrlo. En esta temporada, más que en ninguna otra, la distancia entre lo que pensamos y hacemos se puso de inevitable manifiesto. La espiritualidad de estos tiempos debe ser encarnada, concreta. No se trata de decir y hacer separados. Se trata de poder corporizar lo que descubrimos.

¿Qué pasó en el cielo para que esto sea así?
Vayamos paso a paso: Urano (re-evolución y cambio, liberación y desapego) transita desde principios de este año al Signo de Tauro. Tauro es el signo del valor. Del valor de la materia que le da cobijo a la energía que también somos. Psicológicamente, Tauro representa la importancia y el valor que le damos a lo material. Así, entonces, Urano viene a invitarnos a una re-evolución sobre estas temáticas.

¿Qué preguntas nos dispara?
¿A qué le damos valor? ¿Y por qué? ¿Sólo importa acumular objetos, bienes, personas? ¿Qué lugar le damos al cuerpo, a sus experiencias? ¿Ponemos al cuerpo en juego o vivimos a través de las experiencias de otros? ¿Cómo nos alimentamos? ¿Qué valor y qué relación  tenemos con el alimento? ¿Es medicina, nos sana? ¿Provoca sufrimiento a otros seres? ¿Qué vínculos tenemos con los recursos de nuestro planeta? ¿Creemos que nos pertenece de manera ilimitada? Todas estas temáticas se están moviendo. Es claro cómo en estos meses, aquí y en el Mundo, los temas sobre los recursos naturales y alimenticios se han tomado definitiva y enorme relevancia. También sucederá en nuestras experiencias personales.

¿Qué más está pasando?
Mientras tanto, otro grande del cielo, Plutón, transita Capricornio. Plutón es transformación, muerte y resurrección. En Capricornio, desde el 2008, Plutón pide dejar morir viejas estructuras de poder ligadas al abuso, a lo rígido, al mandato que deja afuera lo esencial. Así estamos en lo personal, y con ayuda del Nodo Sur también en el signo, revisando y despidiendo viejos mandatos y contratos que ya  no nos representan. Cuesta y a veces da miedo, pero es el "Camino del Alma". Incluir nuestra sensibilidad es menester esencial.

¿Qué aprendizaje nos dejó Virgo?
En Septiembre, la temporada Virgo ha marcado un antes y un después. Virgo finalizó para dejarle paso a Libra, y nos habló del orden necesario y concreto para que los sistemas funcionen. Nuestro cuerpo es un sistema, nuestro planeta también. También lo son nuestras familias. Profundamente, Virgo nos mostró que sin orden, sin comprensión de cuál es nuestro lugar y qué hacer en él, no hay manera de que lo más grande suceda, ni que el amor fluya. Así, esta temporada que culminó, nos mostró nuestros ocultos desórdenes, nuestras postergaciones. Este mes se trató de eso: de  registrar qué está funcionando mal y ordenar.

Y así llego Libra, ¿no?
Así llego el mes Libra. Si pudimos ordenarnos adentro, si pudimos dar escucha al cuerpo y darle lo necesario a cada parte, si pusimos atención a los detalles, en la temporada Libra podremos abrirnos a vínculos que potencien y enriquezcan nuestra visión y manifestación. Libra es equilibrio y para nosotros, en el Hemisferio Sur, coincide con Equinoccio de Primavera. Son días de equilibrio entre luz y sombra, entre nuestros aspectos femeninos y masculinos. Son para nosotros tiempos de re-nacer. De salir de nuestras crisálidas. Si trabajamos la energía Virgo, lo haremos plenos en coherencia y así manifestaremos vínculos más sanos y armónicos. 

G R A C I A S    S U


Para contactar a Su, les dejo sus datos:
Web:  www.susanamaiosasso.com (Pueden ver el video Introductorio a la Formación en Astrología)
Mail: susanamaiosasso@gmail.com
Instagram: @sumaio
Y pueden ir a mi post de Instagram acá: @pazberri